He tenido dos días de soledad nocturna, y como la mayoría de series actuales las veo acompañada he tenido que echar mano de estas series del verano que tenia ahí esperando una oportunidad, tengo varias y me costó decidir, pero al final me decanté por Swingtown.
Swingtown fue una de las apuestas de la CBS para este verano; es una serie ambientada en la década de los 70 en Estados Unidos que cuenta cómo se vivió en aquella época el impacto de las relaciones y la liberación social y sexual a través de tres parejas muy diferentes.
La historia empieza con la mudanza de los Miller, una familia formada por Bruce, corredor de bolsa, Susan, ama de casa, y sus dos hijos, Laurie de 17 y el preadolescente B.J., a un barrio a solo unas manzanas de su anterior casa, pero mucho más elegante y exclusivo. Son una familia progresista a la que, sin embargo, la revolución sexual no ha tocado en sus cimientos, es decir, que son liberales pero conservadores en sus costumbres. Vienen de un barrio con menor poder adquisitivo, en el que han vivido los últimos 12 años y en el que han trabado amistad con la familia Thompson, Roger y Janet, muchísimo más cerrados, con una mentalidad muy conservadora y un hijo de la misma edad que el de los Miller.
En la nueva casa los Miller conocen a sus nuevos vecinos, Tom y Trina, una pareja que tiene un estilo de vida muy diferente al suyo, son swingers: intercambios de pareja, fiestas con todo tipo de drogas, tríos...todo tiene cabida en su relación abierta, no exenta de un gran amor.
El nudo de Swingtown radica en el cambio de operan los Miller al llegar al nuevo vecindario y entrar en contacto con los Decker. Una transformación sexual, entre música disco, defensa de la libertad de expresión y feminismo.
Cada pareja nos aporta una visión diferente de la sociedad de la época y de las distintas perspectivas ante la revolución y la liberación social y el cambio tanto político como económico.
Las interpretaciones son impecables todas ellas, y los guiones muy bien hilados e inteligentes.
Otro encanto de la serie es lo bien conseguida que está la ambientación, y a ello contribuye en gran medida la banda sonora, con grandes clásicos de la época, hay un grupo en Last.fm con su música.
Es una serie que va ganando a medida que pasan los capítulos, después de tres o cuatro te deja totalmente enganchado y queriendo saber más de lo que les pasa a estos personajes. A mí me ha gustado mucho.
No se sabe todavía si va a tener una segunda temporada, este verano sus audiencias no fueron muy bollantes, en un canal de cable como HBO o Showtime hubiera funcionado perfectamente, pero la CBS no quiere apostar por una temporada más y está en la labor de que la compre uno de estos canales de pago tal como hizo la NBC con Friday Night Lights.
Espero que consiga otra temporada porque la serie lo vale.
Y por si todavía no estais convencidos, la promo:
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3 comentarios:
En algun parón de estos tengo que echarle un vistazo, me gustó bastante el planteamiento de la serie.
no me llama mucho la atención.
Ví los dos primeros y no me acabó de convencer, tal vez tenía que haber aguantado unos cuantos más. Así qie por ahora no descarto retomarla algun día.
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