True Blood, nos vemos el próximo año (SIN SPOILERS)

Se me ha hecho cortísima esta primera temporada de True Blood, ya hablé de ella en esta entrada cuando empecé a verla y parece que hace nada, pero si, la primera temporada eran doce capítulos, y el número doce se emitió este domingo por la noche, eso si, sabemos de la renovación de la serie desde que llevaba apenas dos o tres capítulos.

Voy a escribir sin spoilers porque la verdad los creo innecesarios para dar mi opinión de lo que me ha parecido la temporada, y sé que mucha gente todavía no ha visto los últimos y no quiero que nadie se lleve un disgusto por mi culpa.

A mi True Blood me ha gustado, veo la mano de Allan Ball por toda ella, me ha parecido por una parte arriesgada, complicada, original, luego tiene esta otra parte boba y pueril, que muchas veces nos deja descolocados, pero que es parte de su encanto.

Mejora mucho según avanza, por lo cual si no la habéis empezado a ver o sois de los que la han dejado, darle una oportunidad.

Casi todos los personajes se perfilan bastante bien en estos doce episodios, además las tramas se van resolviendo todas ellas, y dejan nuevas tramas abiertas para la segunda temporada, con lo cual se te quedan ganas de más.

En resumen, una apuesta arriesgada de la HBO y Allan Ball y de la cual espero con ganas su segunda temporada.